Oro Blanco – Ciudad Real, Grupo de Apoyo a la Lactancia Materna

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#1: Tritándem

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Esto nos cuenta Isabel:

Hace poco más de 4 años me convertí en madre, durante el embarazo leí sobre la lactancia materna y decidí que esa sería la forma de alimentar a mi hija. No fue nada fácil, en el hospital le dieron biberón porque no era capaz de mamar eficazmente, un día más de ingreso para intentar que recuperase algo del peso que perdió en sus dos primeros días de vida. Su primer mes pasó con consultas a matronas, asesoras, técnica dedo-jeringa, muchas lágrimas y muchas críticas, incluso de mis seres más queridos me hacían sentirme mal con mi decisión. «No tienes suficiente leche», la niña no engorda, percentil 3, entre otras similares, fueron las frases más escuchadas en sus seis primeros meses de vida en los que pese a todo mi hija solo tomo leche materna, a excepción de los biberones del hospital.

Tres años después (en los que no había dejado de dar el pecho a mi hija ni durante el embarazo) tuve mellizos, quise al igual que a su hermana darles lo mejor de mí, tenía todo en contra: mala experiencia anterior, dos bebés nacidos prematuramente en la semana 35 por cesárea con un peso que no permitía bajar ni un gramo si quería llevármelos a casa sin pasar por incubadora. Contra todo pronóstico ha sido facilísimo, desde el minuto uno el agarre fue perfecto, mamaban casi siempre a la vez, con posturas algo difíciles, pero los bebés engordaban por minutos, la leche brotaba y rebosaba de mis pechos como nunca me había pasado. La enfermera de pediatría no podía creer que la misma madre que no «fue capaz» de engordar a una bebé más allá del percentil 3 estuviera alimentando a dos mellizos que cogían más peso del esperado cada semana y siguiera dándole a la mayor también.

Cada lactancia es diferente incluso de la misma madre. Lo importante es creer que síi se puede. Aunque todos dijeran que no podría, lo conseguí, lactancia exclusiva 6 meses, actualmente los mellizos tienen un año y siguen mamando junto a su hermana mayor. Antes de tenerlos pensaba que la lactancia materna sería mi mejor regalo para ellos. Hoy por hoy no sé si el regalo ha sido para ellos o para mí.