
El encuentro de grupos del XIII Congreso Fedalma ha comenzado con la exposición de Alicia Casero, profesora de Secundaria y socia colaboradora de Oro Blanco (Ciudad Real), que ha contado la experiencia de crear un libro sobre lactancia mediante crowfunding. Ha explicado que todo partió de la necesidad de compartir experiencias, gracias a lo cual se empezaron a organizar distintos tipos de actividades: talleres, conferencias, encuentros, etcétera. Para anunciar, se hizo necesario crear un fondo propio de imágenes. Para ello, recurrieron a «un amigo de los que siempre dicen que sí», el escritor y fotógrafo Rafael Cabanillas, que enseguida se entusiasmó con el proyecto y se amplió hasta conseguir incluso una exposición. La plataforma Lánzanos fue el cauce por el que se consiguió la financiación, en ausencia de subvenciones. El resultado puede verse en este enlace.

Posteriormente, la presidenta de Alba Lactancia Materna, Eulalia Torràs, ha repasado el papel de las asociaciones, que han de «reinventarse continuamente porque cada pocos años hay una crisis». En primer lugar, ha resaltado la importancia de la «buena voluntad, que es lo que nos ha traído aquí», pero también ha puesto de relieve la necesidad de formación y búsqueda de información. Ha recordado que es vital reflexionar sobre la misión de una asociación de lactancia. «Hay que partir de una idea útil que se enfoque a un sector de la población y tener un proyecto acotado: no somos diosas que podamos cambiar el mundo», ha señalado. Al fin y al cabo, «las asociaciones de lactancia existimos para mejorar la calidad de vida de las mujeres, aunque a veces no lo sepamos o no nos hayamos dad cuenta». Ha finalizado apuntando a la necesidad de reinventarse porque «nos ha cambiado el perfil de madres, sus trabajos, sus problemas».

Vanesa Ibarrola, asesora de Multilacta (Madrid), ha hablado del «buen uso de las nuevas tecnologías». Respecto a Facebook, «brinda la oportunidad de configurar una base de datos de contactos» para atraer a eventos o participar en una acción específica. En 2014, Multilacta decidió restringir el acceso a las consultas para que fueran contestadas por asesoras u otras madres, de forma que ayudó a las madres a plantear sus dudas con total libertad y ahorrar disgustos. «Somos de las pocas que nos hemos especializado en lactancias de múltiples», ha señalado. Facebook les permite que, aunque no sean de Madrid, se cree un lugar virtual de encuentro. Ocasionalmente, también se realizan encuentros. En cuanto a Twitter, la limitación de los caracteres dificulta la atención. Desde 2012, utilizan Twitter para noticias de urgencia, convocatorias, etcétera. También ha hablado de su web, con información general; de Whatsapp para consultas urgentes y envío de fotografías; o el e-mail. Ha avisado también de los problemas del uso del e-mail por la falta de información en un primer mensaje y la atención a la ley de protección de datos, pero también las posibilidad de ampliar información que de otra manera puede ser difícil. Por último, ha informado de la posibilidad de hacer videoconferencias, un servicio que están implantado y que proporciona la ventaja de poder aportar imágenes: «Google Plus o Skype, que son gratuitos, sirven perfectamente». Asimismo, lo están utilizando para hacer encuentros virtuales.

Ibarrola ha expuesto también la forma de organizarse internamente para la gestión del grupo, de conectarse entre las formadoras e, incluso de denuncias de incumplimientos del código, todo ello vía Whatsapp. Ha finalizado animando al uso de las nuevas tecnologías: «Si se usan bien, son estupendas; si no, son un trasto. Como los sacaleches», ha bromeado.
TURNO DE PREGUNTAS
En el debate posterior, se ha hablado de la manera en que los profesionales sanitarios e IBCLC participan como profesionales. Ibarrola ha apuntado que, en el momento enque te presentas de esa manera, «dejas de ser igual para convertirte en otra cosa». Torràs ha avisado de la necesidad de estar atenta a «la ética». «Hay que estar ojo avizor para que no te conviertas en un mercado», ha señalado. «Hay que controlarlo desde el mismo grupo», ha concluido.
Desde el público, se ha avisado de la dificultad de gestionar un grupo de Whatsapp. Tras experimentar que muchas veces se escribían afirmaciones sin evidencia, surgían roces, etcétera. Lo solucionaron proponiendo crear grupos de Whatsapp externos, de las propias madres, y limitarse a facilitar el contacto.
Ante una pregunta sobre cómo revitalizar un grupo, Torràs apuntó a «problemas de comunidad, de experiencia y de comunicación». «Las madres tienen que saber dónde se meten, tener claro que es algo tangible y que su apoyo es necesario», ha afirmado. «Lo que hace que un grupo se quede anquilosado, con las cuatro incombustibles, suele ser que no comunican y que se las percibe como un grupo cerrado sin espacio para entrar e implicarse», ha apuntado de manera general. «Hay que preguntarse qué estrategias asumibles se pueden llevar a cabo», ha concluido. Ibarrola, por su parte, ha apuntado a la ventaja de ofrecer formación para que lleguen personas interesadas y, de ahí, siga creciendo.
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